domingo, 5 de julio de 2015

CAPITULO 2

-Ema, ¿cuándo cesara el dolor?- pregunto el herido Kiseop, con una lagrima a punto de caer.
-cesara el día que decidas decirle a Kevin, lo que sientes por el.- me desesperaba no poder decirle a Kiseop, que Kevin lo amaban con todo su corazón. O bueno en lenguaje de médicos, con todo su hipotálamo. Eso era más racional de decir. Kiseop negó fuerte con la cabeza.
-¿Qué tiene que decirme Kiseop?- pregunto Kevin quien salió de repente de la puerta de salida, colocándose un saco abrigador. Ambos, nos sorprendimos y cambie de tema inmediatamente.
-que me estaba invitando a celebrar con ustedes; pero ya le dije que estoy cansada. Así que diviértanse y no trasnoche; recuerden que tenemos turno mañana en la tarde.- me despedí de esos dos y me fui caminando.
¿Cómo puede ser posible que ese par no se den cuenta de lo que siente uno por el otro? Me pregunte mientras pasaba por una calle solitaria. ¿Es que acaso existe, un amor verdadero en silencio?
-no querida agasshi.- dijo una voz que se acercó a mí por la espalda. Me asuste y quede paralizada mirando para todos los lados, buscando a donde correr.
-entonces; si no es amor verdadero. ¿Qué puede ser?- dije para darme tiempo de pensar en lo que podía hacer, en esa situación.
-antes; no tienes nada de que temer, no te haré daño... Ema- espero esa voz; sonaba tranquilizadora, pero no me importo… ¿Cómo podía saber mi nombre?
-sino tengo nada que temer; dime ¿porque sabes mi nombre? Ni siquiera sé quién eres.- voltee para mirar su cara. Era un hombre: hermoso su cabello negro, su piel blanca, sus lindos ojos, su traje de un blanco inmaculado…
-digamos, que se todo de ti, mi querida Ema; no tienes de que temer. Se tu nombre, porque bueno…- dudo el hombre.
-¿Por qué? Dime ¿Por qué? O gritare.- lo rete, no tenía por qué estar teniendo una conversación con un extraño y menos en un lugar tan sombrío como ese.
-dudo, porque sé que si te digo la verdad; no me creerás y de todos modos correrás.- ¿Cómo supo que correría? Espere con cara de pocos amigos y con los brazos rodeando mi estómago.
-está bien, odio cuando haces esa expresión; así que te lo diré. ¿Tomarías un café conmigo, mientras te lo digo?-  aja, solo quería una cita conmigo. ¿Y para eso tenía que asustarme tanto?
-no sé quién eres… así que no; no lo haré.- me encamine tratando de alejarme de él, pero mientras más lo hacía, más cerca lo tenía. Trate de correr, pero una fuerza superior a mí, me lo impidió.
-Ema, por favor… no hagas esto. Solo un café, te lo diré todo y tomaras tu camino si quieres. ¿Araso?- me sorprendió lo lindo que se le escuchaba mi nombre en sus labios.
-un café y si no me convence tu historia, me dejaras en paz.- juzgue. Él desconocido solo asistió y espere que se adelantara a mí caminar. Mientras lo hacía, sentí su aroma… era un olor a rosas húmedas. ¡¡Era delicioso!! Sacudí mi cabeza…


BY: .·Ema·.ஐ 

No hay comentarios:

Publicar un comentario