Capitulo 4
-mmm, aún no se tu nombre.- yo misma me di cuenta que
empezaba a creer todo lo que me estaba diciendo.
-mianhe, Ema… soy Hoon y soy tu ángel guardián.- así que Hoon… lindo nombre.
-Bueno; Hoon… ¿de qué se trata eso del peligro a que me
enfrento?- pregunte ya menos escéptica.
-bueno, como ya
sabes; existen los seres celestiales… pero también los malignos y tu… hoy
estuviste muy cerca de uno.- dudo en la última frase. Supo que me teses un poco
y me tranquilizo diciendo: -no te preocupes... ellos no podrán hacerte daño,
mientras conserves a tu ángel.- se señaló así mismo y sonrió, dándome un poco
de alivio.
- ¿Y si te pierdo?- pregunte con un tono histeria impresa en
mi voz.
-tranquila eso no pasara… no, a menos que él quiera que me
aleje de ti.- pronuncio Hoon señalando con su pulgar al cielo.
-en ese caso… ¿Qué pasara conmigo?- pregunte asustada.
-no te preocupes por eso ahora; llegado el momento
recibiremos instrucciones. Anda, salgamos de aquí. Ya empiezas a oler muy mal.-
rió por lo bajo y el comentario torno más relajada la conversación.
-no te dije que me acompañarías a mi casa… ha y huelo mal;
porque tuve un duro día en el trabajo.-
le dije un poco molesta. ¿Qué se cree?, apenas se muestra ante mí y
quiere que le brinde confianza de inmediato.
-Ema, no hace falta
que te hagas interrogantes sobre mi… de todos modos yo los responderé. Quieras
o no.- se levantó de su puesto, pago las bebidas y me arrastro a la salida.
Mientras caminábamos, hablamos acerca de lo duro que había
sido para el cuidarme en la infancia. Según el fui muy traviesa. Pero se
divertía mucho cuidándome. Excepto cuando lloraba en mi habitación y a
escondidas; dijo que en esos momentos lo único que quería era darme una voz de
aliento y un fuerte abrazo. También me hablo acerca de cómo Dasom guio a Kiseop
y Kevin para que utilizaran el
desfibrilador. La hora de Ivi, aun no llega. Se nota que admira mucho a esa
arcángel. ¿O es amor? Lo mire de reojo y solo respondió con un “está prohibido
para ambos amarnos; somos… seres celestes. No tenemos tiempo para eso”. Me
contó también acerca del ángel guardián de Eli Kim; su nombre es Dongho.
Según mi ángel guardián: Hoon. Aigo, mi ángel guardián.
Sorprendente. Bueno según él; Eli Kim y yo estábamos destinados y por eso
nuestro encuentro; en el hospital. “era la hora de conocerse” Ya en la puerta
de mi casa y dando por terminado el tema; sin dejarme preguntar más acerca de
nuestro futuro. Dijo al final: “el futuro no está escrito, solo hay indicios…
ustedes los humanos tienen libre albedrío; pueden cambiar de decisión y alterar
el curso de su futuro”
-un momento, ¿Qué diré a mi oppa, si me ve llegar contigo?
Están prohibidos los hombres en casa y más si se quedan en mi habitación.- dije
más para mis adentros que para el inmaculado Hoon.